Una cuestión sobre la que se ha debatido mucho: el jamón ibérico y la salud. Desde Tierra del Ibérico queremos dar nuestro punto de vista, de defensa de las propiedades de tan espectacular manjar.
El jamón ibérico es una de las joyas de nuestra gastronomía y un alimento muy saludable, rico en proteínas y en hierro. Ha sido demonizado por ser un derivado del cerdo, rico en grasas saturadas y sal. Sin embargo estudios recientes han resaltando sus cualidades, que ante un consumo moderado aporta indudables ventajas para el organismo.
El jamón ibérico contiene elevadas cantidades de ácidos grasos monoinsaturados como el ácido oleico. Es el principal componente del aceite de oliva, grasa saludable a la que se le atribuyen gran parte de los beneficios de la dieta mediterránea que pasa al cerdo a través de las bellotas. Así, el jamón ibérico es un producto que consumido con moderación aporta múltiples beneficios para la salud.
El jamón ibérico es un alimento bajo en calorías y rico en vitaminas, que nos aporta un 50% más de proteínas que la carne fresca. Además no hay que cocinarlo, lo que hace su consumo también más saludable.
Es un alimento cardiosaludable, ya que los ácidos grasos que contiene contribuyen a disminuir los niveles de colesterol. Facilita al organismo la producción de HDL (colesterol “bueno”), reduciendo al mismo tiempo el LDL (colesterol “malo”).
El jamón ibérico es también un alimento rico en hierro, magnesio, zinc, calcio y fósforo. Su consumo aporta casi la mitad de hierro necesario diariamente y constituye una gran fuente de vitaminas B1, B2, B3 y B6. Su contenido en vitamina E es un poderoso antioxidante. Consumiendo jamón ibérico de forma moderada, podemos cuidar la línea y la salud. Es un alimento recomendado para dietas hipocalóricas. El consumo de 50 gr. de jamón ibérico de bellota, aportan unas 150 kilocalorías. Si quieres más información, puedes hacerlo en este enlace.