El cerdo ibérico es mucho más que nuestros apreciados jamones, paletas y embutidos. Como bien expresa el dicho popular, “del cerdo nos gustan hasta los andares”. Y es que de este noble animal no solo se aprovechan los jamones y paletas, sino prácticamente la totalidad de sus partes. De la carne de un cerdo ibérico se extraen otros muchos productos, algunos de sobra conocidos y otros que te sorprenderá descubrir en este artículo sobre las partes del cerdo ibérico.
Un cerdo ibérico adulto tiene un peso aproximado de 180 kgs. de los que se aprovecha para alimentación prácticamente la totalidad. Nuestro país tiene una gran tradición culinaria basada en la carne de cerdo, lo que nos permite disfrutar de una variada y rica selección de recetas.
Las partes del cerdo ibérico que se utilizan para alimentación son:
- Cabeza: en ella se encuentra el morro, la oreja o la lengua, ingredientes habituales de muchas tapas típicas en numerosas zonas de España. También se encuentra la papada, una pieza con alta infiltración de grasa, muy jugosa para cocinarse a la plancha o a la parrilla.
- Cuello: está a continuación de la papada y también es muy grasa y jugosa. Se utiliza para filetes o brochetas.
- Pecho: la primera parte del costillar. Se puede utilizar tanto para asados como para guisos.
- Falda: es la barriga del animal. Se suele utilizar para realizar caldos por el gran sabor que les aporta.
- Paletas: son las dos patas delanteras del cerdo y su sabor es mucho más intenso que el del jamón. En la parte superior de las paletas se encuentra el secreto ibérico, una pieza noble y exquisita que se suele hacer a la plancha.
- Codillos: el hueso de los codos, que se utiliza por su gran sabor para realizar guisos y caldos.
- Panceta: se encuentra situada en la barriga del cerdo. De ella se obtiene el bacon y el tocino, que se consumen y utilizan de forma distinta. El tocino se utiliza también para la fabricación de chorizos y salchichones.
- Jamones: el producto estrella del cerdo ibérico, reconocido en el mundo entero. Son las patas traseras del cerdo y su aprovechamiento es máximo, ya sea en lonchas, en tacos, en virutas o sus huesos para realizar buenos caldos y guisos.
- Rabo: se utiliza principalmente en platos de cuchara.
- Solomillo: es la parte que se encuentra justo encima de los jamones y es una de las más valoradas por los consumidores. Una carne muy jugosa y tierna que se puede consumir de diversas maneras, resultando siempre un plato exquisito.
- Cinta de lomo: una pieza muy magra que contiene muy poca grasa, ideal para cocinar a la plancha. De ella sale también el valorado lomo embuchado, una pieza curada de gran calidad y sabor.
- Chuletas: la parte superior del cerdo, es decir el costillar alto. Resultan ideales para disfrutar a la parrilla en una suculenta barbacoa.
Después de este breve pero interesante artículo, estamos seguros que querrás descubrir y disfrutar de todo lo bueno que te ofrece el cerdo ibérico. Mientras tanto, te invitamos a disfrutar de los mejores jamones, paletas, lomos y embutidos que te ofrecemos en nuestra tienda online.